Facebook, cada vez más poblado por inmigrantes digitales

Según un trabajo realizado por el blog InsideFacebook.com, la franja etaria de la audiencia que mayor crecimiento mostró en los últimos meses en Estados Unidos fue la “Doña Rosa 2.0” –es decir, las mujeres de más de 55 años– en un 175,3 por ciento. El siguiente rango de edad con mayor tasa de inscripción en Facebook fueron los hombres y mujeres de 45 a 54 años, los llamados “inmigrantes digitales”, con un empate técnico de 165%. Sin embargo, ambas franjas representan sólo el 8% de la “población” total de estadounidenses en la red social.

¿Dónde están los adolescentes, ese deseado target para los profesionales del marketing gracias a su tendencia consumista? Los adolescentes de entre 13 y 17 años crecieron apenas 9 por ciento (ambos sexos), y representan sólo el 12 por ciento de los usuarios totales de EE.UU. en la red social.

Este segmento está derivando hacia la red mundial más en boga, Twitter está absorbiendo a esos usuarios, también conocidos como “nativos digitales”, por tener una relación más cercana con Internet y haberla internalizado desde sus primera infancia. Según números de Nielsen Netratings, en abril de 2009, los estadounidenses invirtieron 3.712 % más de su tiempo en Twitter, en comparación con el mismo mes de 2008. En cambio, el tiempo insumido por Facebook en igual período se incrementó 699%. Las redes sociales fluctuan en su popularidad. Hace dos años, el líder indiscutido era MySpace, ahora, la vedette parece ser Twitter.

Los usuarios se cansan un poco de la red social y perciben que otros usuarios dejan de utilizarla. El primer principio de la ley de redes define que “una red es importante por la cantidad de nodos (usuarios) que posea”. Si existen pocos usuarios o el nivel de actividad es bajo, la gente cambia hacia otras redes que le propongan otros servicios. La franja etaria más susceptible a la migración de un red a otra es la compuesta por los más jóvenes, pues no tienen problemas en aprender a usar un servicio web desde cero. Las y los “Doña Rosa” prefieren no complicarse demasiado la vida.